lunes, 1 de junio de 2009

Revelaciòn

"Aun en los niveles más altos de responsabilidad en este Reino de Dios, que se está edificando sobre la tierra, la revelación todavía se presenta como una voz apacible y delicada. El escuchar es en sí un desafío que todos tenemos. Tiempo para escuchar. La habilidad de escuchar. El deseo de escuchar. En asuntos religiosos muchos de nosotros decimos: '¿Qué has dicho? Habla más fuerte. No te oigo'. Y cuando Él no nos grita, no hace arder una zarza, ni nos escribe en tablas de piedra con su dedo, nos inclinamos a pensar que no nos escucha, que no se interesa en nosotros. Algunos, incluso, llegan a la conclusión que no hay Dios. Elizabeth Barret Browning escribió: 'Dios hace arder toda humilde zarza, pero sólo aquel que la ve arder se quita el calzado'. La voz apacible y delicada sigue siendo apacible."
(Elder Graham W. Doxey, Liahona enero 1992, págs. 28,29)

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